Filosomática en el agua

El agua a temperatura corporea, sus remolinos, son mil dedos que tocan sabiamente, mientras la respiración alcanza a cada célula de nuestro ser.

Información nueva pasa a través de nosotros, un sutil fluir se activa: el cuerpo cambia y la mente transita por un estado de quietud en el que, atenta y serena, puede observar las sensaciones que le llegan del cuerpo, sobre todo las procedentes del interior.